miércoles, 3 de junio de 2009

Estudio de gestión y conservación del Quebrantahuesos

Subo un interesante trabajo del amigo del blog Fernando Sarvisé Pérez, que también podeís leer en su blog personal El Oscense. Oscense es el gentilicio de todos los que somos de Huesca, lugar de nacimiento de las paginas hues. Además de todos es conocido que la etimología de la palabra oscense proviene del latín obscenum, actualmente osceno u obsceno, pero esto merece otro post.
Os dejo aquí con un bicho muy obscense (de Huesca y con poliandría), nuestro emblemático quebrantahuesos.

ESTUDIO DE GESTIÓN Y CONSERVACIÓN DEL:
QUEBRANTAHUESOS
(Gypaetus barbatus)

quebrantahuesos-principal

Fernando Sarvisé Pérez
3º CC. Ambientales. Universidad Europea de Madrid

0. INDICE:

1. DESCRIPCIÓN. Pág. 3-5.
2. HABITAT. Pág. 6.
3. ALIMENTACIÓN. Pág. 7-9.
4. REPRODUCCIÓN. Pág. 10-16.
5. DISTRIBUCIÓN. Pág. 17.
6. FUNCIÓN EN EL ECOSISTEMA. Pág. 18.
7. CATALOGACIÓN DE SU ESTADO DE CONSERVACIÓN EN LA PENÍNSULA IBERICA. Pág. 18.
8. ESTADO DE CONSERVACIÓN. Pág. 19-20.
9. PROBLEMÁTICA DE CONSERVACIÓN. Pág. 21-23.
10. MEDIDAS DE CONSERVACIÓN. Pág. 24-25.
11. PROPUESTAS A LAS MEDIDAS DE CONSERVACIÓN. Pág. 26-27.
12. BIBLIOGRAFÍA. Pág. 28.

1. DESCRIPCIÓN:

La primera palabra de su nombre científico (Gypaetus) procede del griego y significa el buitre-águila. Esta identidad doble refleja la dificultad que tuvo Linnaeus en 1758 para dar nombre y sobretodo clasificar a esta especie de excepcionales características. Actualmente, gracias a las actuales herramientas de filogenia molecular, conocemos que no es ni buitre ni águila, que se trata de una especie antigua que estaría emparentada con un antecesor común de águilas y buitres del viejo mundo. El adjetivo específico latino barbatus hace alusión a las plumas que a modo de barba sobresalen bajo su pico.
La subespecie “barbatus aureus” es la que habita en la Península Ibérica y occidente de Asia. El adjetivo específico latino barbatus hace alusión a las plumas que a modo de barba sobresalen bajo su pico. Se trata de una de las mayores aves rapaces de Europa, con una envergadura entre los 2,50 y los 2,80 metros de envergadura, y con un peso entre 5 y 7 Kg. Las hembras son ligeramente mayores de tamaño que los machos. El adulto, macho y hembra, tiene la cabeza de color blanco sucio. Alrededor de los ojos lleva un círculo de color negro intenso, formando como un antifaz, unidos ambos lados por una línea negra en la parte superior de la cabeza. La espalda, las alas y la cola son gris negruzco, teniendo la mayoría de las plumas el raquis de color blanco marfil que le da un aspecto general rayado. Las partes inferiores son rosado amarillento con tonos naranja, rayadas en la garganta y punteadas de negro en el pecho de manera que forman como un collar incompleto. Los «calzones» que le llegan hasta los pies son también del mismo color. Estos son grises y las uñas fuertes y negras, pero no dan a las patas el aspecto de garras que tienen las demás aves de presa. El pecho y el vientre están en general cubiertos superficialmente con una sustancia rojiza. J. M. Thiollay, que observó bien el plumaje de los quebrantahuesos de la isla de Córcega, encontró allí que, salvo raras excepciones, todos los pájaros tenían las partes inferiores blancas, careciendo de este tipo rojizo tan característico de los quebrantahuesos pirenaicos. Según Terrasse, el tinte anaranjado rojizo es tan vivo en algunos individuos, que puede ser observado a simple vista desde un kilómetro de distancia si el pájaro está posado e inmóvil.
Los ojos de los adultos destacan mucho sobre el fondo negro y son amarillos con el anillo esclerótico rojo intenso.
Los inmaduros son enteramente de color marrón oscuro con la cabeza negruzca. El iris es castaño y contrasta con la córnea roja. Alrededor de los ojos la piel desnuda es gris azulada. Este plumaje en sucesivas mudas pasa al de adulto a los seis años. Existen naturalmente una gran variedad de estados intermedios hasta cumplir los cuatro años y las plumas de las diferentes partes del cuerpo no evolucionan siempre de la misma manera, ni por supuesto simultáneamente en todos los quebrantahuesos de la misma edad.
Los sexos son semejantes y únicamente si se pueden observar de cerca se aprecia más corpulencia en la hembra.

edades-quebrantahuesos

La silueta de vuelo de los quebrantahuesos adultos es inconfundible. Su envergadura es igual o quizá mayor aún que la del Buitre negro Aegypius monachus. Visto desde abajo presenta la cabeza pequeña, pero saliente y las anchas alas terminadas en punta. Sin embargo, lo que verdaderamente destaca en él es su amplia y larga cola, que tiene forma de cuña y es muy puntiaguda y resulta ser única entre las aves de presa, aunque de diseño similar a la del Alimoche Neophron percnopterus, que es mucho más pequeño. Con fuerte luz destaca su cuerpo más claro y la cola y las alas muy oscuras. Si el pájaro viene frente al observador remontándose, el perfil es plano o a veces con el extremo de las alas arqueadas hacia abajo.

Remontándose o planeando, lleva a menudo las alas anguladas y a pesar de su gran tamaño no da la sensación de rigidez de los demás buitres que planean y se remontan con las alas muy rectangulares. En vuelo directo bate profundamente las alas, de tal manera que las plumas primarias de ambas alas llegan a tocarse por debajo.

imagen-vuelo

La silueta de vuelo de los quebrantahuesos inmaduros es muy diferente de la de los adultos. Está más próxima a la de un Buitre negro o a la de un Pigargo Haliaetus albicilla. La cola es redondeada y ancha con una zona blanca en su nacimiento y las alas no son tan agudas, por lo que dan la impresión de ser más anchas. También en el dorso poseen una zona más pálida que contrasta mucho con la cabeza y nuca negras.
En cuanto a su “voz” cabe destacar que se trata de una rapaz muy silenciosa y el sonido que emite es muy agudo; algo así como un “pii-yu”.

2. HABITAT:

Su presencia está muy ligada a áreas de montaña con cantiles, que utilizan como hábitat de nidificación, y a la presencia de ungulados domésticos y salvajes. Dependen básicamente de la existencia de vientos orográficos para poder explotar de forma efectiva las enormes extensiones que conforman sus áreas de alimentación.
Nidifica en cuevas o repisas de grandes paredes rocosas entre 600 y 2000 metros de altitud. El relieve y el nivel de perturbaciones humanas determinan en gran medida la selección de los cantiles de nidificación y el éxito reproductor de la especie.

habitat-quebrantahuesos

3. ALIMENTACIÓN:

Se le define como el último eslabón de la cadena trófica, estando especializado en explotar los huesos de cadáveres, una vez estos hayan sido aprovechados por córvidos, milanos, buitres y mamíferos carnívoros. El 88% de sus presas son mamíferos; el 7%, aves y 0,7% reptiles.

con-comida

Busca el alimento volando muy cerca del suelo sobre claros de bosque, gargantas, pendientes, pastos altos, faldas rocosas, campos nevados y aludes. Acepta muy bien cebaderos en zonas abruptas. La especie se caracteriza por su oportunismo alimenticio, determinando la oferta de comida su composición de dieta. Selecciona preferentemente extremidades de ungulados de pequeño a mediano tamaño (ovejas, cabras, etc.). Los huesos largos y las extremidades articuladas le suponen grandes dificultades para ser tragados enteros por lo que suelen ser acarreadas hasta zonas abruptas con suelo rocoso, “rompederos”, donde los arroja desde cierta altura con el fin de desmembrarlos para facilitarle su ingestión.
Los huesos son la parte fundamental de su alimentación, aunque también puede consumir pequeños cadáveres de mamíferos. Su régimen alimenticio está altamente especializado, siendo la única aves osteófaga (alimentación basada en huesos) del planeta. Esta dieta les obliga a emplear una técnica muy particular para facilitar la ingestión del alimento: la rotura de los huesos. Una vez que los buitres han devorado un cadáver (oveja, sarrio, cabra, vaca, etc.), bajará el quebrantahuesos, descoyuntará un hueso y se lo llevará volando hasta un lugar pedregoso llamado rompedero, donde lo dejará caer en repetidas ocasiones hasta romperlo.
El tamaño de los huesos acarreados puede variar, pero su peso nunca excederá los 2 kilos. También se alimenta de pequeñas presas muertas, como micromamíferos o aves migratorias.

rompiendo-hueso

No hay duda que uno de los hábitos más curioso y espectacular del Quebrantahuesos está relacionado con la forma de partir los grandes huesos de mamíferos, usando para ello determinados lugares habituales llamados rompederos, que en realidad al estar cubiertos de fragmentos de huesos más parecen ser osarios. Cuando el pájaro descubre un resto óseo como consecuencia de haber sido comido un animal por los buitres y alimoches, recoge los mayores huesos con las garras y elevándose con ellos vuela hasta el rompedero dejando caer el hueso desde una altura variable entre 20 y 60 metros sobre las rocas y siguiendo en vuelo su trayectoria. Esta operación la repite generalmente hasta tres veces, aunque se han observado casos más persistentes lanzando los huesos hasta cinco y seis veces. Una vez rotos recoge los trozos, en especial los que dejan la médula al descubierto ya que es su comida favorita. Estas operaciones suelen durar bastante tiempo, pues si falla, para ganar altura el Quebrantahuesos debe remontarse planeando con relativa lentitud.

proceso-de-romper

En análisis que se han realizado tanto a nidos, osarios y a contenidos estomacales de Quebrantahuesos muertos se han podido encontrar: Restos de una gallina doméstica, costillas y vértebras de oveja o de un bóvido de talla similar y de vaca; huesos de cabra, de oveja, de jabalí y de caballo; patas de Rebeco, restos de paloma, perdiz y asno; incluso cadáveres de rata.
Esto indica que el Quebrantahuesos se aproxima a zonas habitadas y probablemente a basureros. La proliferación de hoteles de montaña, estaciones de esquí y chalets, sin duda puede contribuir a aumentar las posibilidades alimenticias de la especie.
Aunque el comer huesos es un hábito generalizado en esta especie, no desdeña otro tipo de alimentación y se han realizado muchas observaciones de capturas de presas vivas, en especial de lagartos. Si los buitres, alimoches y cuervos le dejan algún resto de carroña, lo que no suele suceder con frecuencia, desde luego que también los quebrantahuesos la comen.
Los huesos comidos son a veces de grandes proporciones y los engullen después de realizar raras contorsiones, defecando unas bolas blanquecinas. Con frecuencia la carne y trozos de piel adherida a estos huesos es comida antes. Si los huesos son pequeños los pueden romper a picotazos para extraer la médula, pero luego engullen los trozos que quedan.

4. REPRODUCCIÓN:

Los adultos permanecen ligados a su territorio de cría durante todo el año. El período de celo y la construcción del nido comienzan en octubre-noviembre y se prolonga hasta diciembre. El nido lo instalan en roquedos (preferentemente en cuevas), a una altura que oscila entre los 700 y los 2300 metros. Las puestas más tempranas tienen lugar en diciembre y las más tardías a principios de marzo
Ponen de uno a dos huevos, que incuba principalmente la hembra durante 54 ó 58 días. Tan sólo sobrevivirá un pollo, que permanecerá en el nido unos 120 días hasta su primer vuelo. Llegado el invierno se produce la ruptura familiar y comienza un período errático de dispersión, en el que los jóvenes recorren largas distancias por el Pirineo.
Durante este tiempo los muladares y comederos artificiales juegan un papel primordial en la supervivencia de los jóvenes.
Pocas rapaces dan tanta importancia a la selección de un lugar adecuado para nidificar como el quebrantahuesos. Mucho antes de iniciar la puesta, las duras condiciones meteorológicas obligarán a la pareja a seleccionar minuciosamente el emplazamiento del nido y los materiales que usarán para construirlo.
Los nidos, de gran tamaño, se ubican en cuevas y repisas abrigadas de paredes rocosas, preferentemente en orientaciones no expuestas a vientos dominantes.
En efecto, unos 111 días antes de la puesta (entre finales de agosto y octubre, según las parejas), los quebrantahuesos ya inician el aporte regular de materiales al nido.
Los machos son significativamente más activos en la reconstrucción del nido que las hembras, con un 72% de los aportes, comportamiento que se explica por la relación coste-beneficio y la selección de pareja por parte de la hembra. La ausencia de un cortejo basado en la alimentación de la hembra obligaría a los machos a realizar una inversión superior para evitar a su compañera un desgaste energético que podría afectar a su condición física y, en consecuencia, a la puesta. De hecho, las diferencias son significativas tanto en lo referente a la actividad reconstructiva como a la defensa territorial. Por otro lado, una mayor participación de los machos permitiría a las hembras evaluar la calidad de su potencial pareja.
Las parejas inician la actividad sexual durante la reconstrucción del nido. Las primeras cópulas se observan unos 68 días antes de la puesta entre finales de octubre y principios de noviembre. La duración de las cópulas exitosas (aquellas en las que se produce contacto entre las cloacas) es de aproximadamente diez segundos.
La actividad sexual es mayor a medida que se acerca el momento de la puesta y las cópulas son más efectivas conforme se aproximan al periodo fértil de la hembra. Si suponemos que el periodo fértil de la hembra se sitúa en las tres semanas anteriores a la puesta, podríamos preguntarnos por el significado de tales cópulas. La respuesta tal vez sea que una elevada frecuencia de cópulas antes del periodo fértil de la hembra podría indicar una óptima condición física del macho y su relación con la capacidad reproductora, ya que las cópulas son energéticamente costosas.
Además, el comportamiento sexual de los Quebrantahuesos, caracterizado por frecuentes cópulas a lo largo de todo el periodo de celo, podría ser también un método efectivo para asegurar la paternidad. Una estrategia adecuada para especies que invierten en campear un alto porcentaje del tiempo y cuyos adultos no están permanentemente juntos. Por lo tanto, como los machos no pueden vigilar a las hembras y corren el riesgo de esforzarse en sacar adelante una descendencia ajena, tratan de garantizar la paternidad mediante un alto número de cópulas. El propósito es diluir el esperma de posibles competidores que habrían podido tener acceso a la hembra durante su ausencia, hipótesis corroborada por una vigilancia más estrecha de ella a medida que se aproxima su periodo fértil.
Es entonces cuando los machos pasan más tiempo al lado de las hembras, lo que les permite evitar las cópulas con otros machos, frecuentes en muchas especies, y reducir por tanto el riesgo de pérdida de paternidad.
En el mes de octubre la pareja de adultos ya visita la zona donde están emplazados los nidos de años anteriores y como otras aves de presa, muestran mucha querencia a un determinado lugar. Normalmente en la zona existen dos o tres nidos que ocupan alternativamente. Se ha comprobado con regularidad, después de muchas observaciones, que un nido es ocupado a intervalos de 4 ó 5 años, período que no es fruto del azar. Esto debe permitir que desaparezcan los parásitos acumulados en el nido, tal como sucede con algunas grandes águilas.
Los vuelos nupciales pueden comenzar antes de diciembre. Las evoluciones aéreas consisten en vuelos, junta la pareja ala con ala, con ocasionales «picados», a la manera de los buitres leonados Gyps fulvus. Son una representación con espectaculares vuelos y caídas verticales de hasta 100 metros, seguidas de rápidos ascensos. Estas evoluciones son acompañadas con chillidos, no decreciendo probablemente hasta que hayan nacido los pollos, cesando cuando ya están bien crecidos. Algunas de estas actitudes y vuelos tienen un dudoso significado y pueden no estar relacionados con el celo. Los vuelos nupciales del Quebrantahuesos parecen estar más en la línea de los de las águilas y más lejos de los buitres.

nido

Los nidos son un maravilloso caso de adaptabilidad a las circunstancias. La mayoría de los nidos conocidos en los Pirineos están situados a alturas comprendidas entre 1.500 y 1.800 metros. A estas alturas en el mes de febrero comienza la hembra a incubar los huevos que tienen color amarillento o blancos manchados de marrón. Las condiciones climáticas muy duras imponen la elección de una cavidad bien abrigada del frío y de la intemperie. De esta forma el Quebranta huesos elige una gruta o una cornisa con un sobretecho formado por la misma roca. Las avalanchas de nieve y piedras pueden así pasar delante del nido sin dañar a los pájaros.

La estructura del nido está formada por palos secos, huesos y trozos de piel y forrada con lana de oveja, cuerdas y pelos de cabra, conteniendo también trozos de muy diversos materiales. Es variablemente voluminoso dependiendo de la edad y de que el lugar esté más o menos protegido de las inclemencias del tiempo. La abundante llana es fundamental en su construcción puesto que los pájaros pueden estar sometidos durante la incubación a muy bajas temperaturas. Las medidas para un nido son de 2,5 metros de diámetro y 1 metro de espesor.
Los nidos están instalados en el centro de un extenso territorio que puede tener una superficie de 10 x 20 kilómetros y que normalmente incluye toda una ladera de la montaña con pastos y acantilados rocosos. Los quebrantahuesos vuelan por todo él, pero a veces viajan distancias mayores que pueden alcanzar los 40 kilómetros, aunque parecen ser más dados a volar lejos los jóvenes que todavía no han elegido un determinado territorio. Buscan continuamente los restos dejados por los buitres y otras aves carroñeras y en realidad no necesitan tener muy buena vista. Les basta con esperar a que los demás terminen de comer en la seguridad de que los huesos permanecerán allí.

pollo-quebrantahuesos

En el perímetro de su nido son poco agresivos y persiguen rara vez a los pájaros que se aventuran cerca. En cambio en los comederos, son desplazados a menudo por pájaros mucho más pequeños como los cuervos y los milanos reales. Pocas veces ataca al Alimoche, solo cuando parasita su nido y rara vez al Águila real. En las paredes rocosas donde anida son frecuentes otras aves de presa. El Halcón común Falco peregrinus lo ataca siempre, pero el Quebrantahuesos lo esquiva con un movimiento ágil y rápido impropio de un pájaro tan grande.

La puesta consiste generalmente en uno o dos huevos y muy rara vez tres; de un tamaño aproximado de 85,6 x 66,2 mm.
La incubación comienza con el primer huevo y la realiza la hembra completamente. El nacimiento debe tener lugar hacia principios de abril después de 55-60 días de incubación. Se dice que en las 24 horas después de nacer, los adultos matan a uno de los pollos y ceban con él al otro que casi siempre se desarrolla muy bien. La hembra lo asiste muy solícitamente y no se separa del nido durante muchos días, pasando todo el tiempo arreglándolo e intentando cebar al joven con los restos óseos que quedan. El macho aporta la mayor parte de las presas y huesos. Cada vez que los adultos se acercan al nido el pollo ya crecido los saluda con un grito lastimero que es un simple «pío pío» que se parece al de un pavipollo y que lo emiten ansiosamente acercándose al borde del nido. En el mes de junio ya tiene la corpulencia de un adulto y su plumaje es completamente marrón con la cabeza y cuello más oscuros. En esta época es muy inquieto y anda de un lado para otro por la estrecha cornisa. Aunque los adultos van y vienen con frecuencia al nido, no alimentan a su hijo más que una o dos veces por día. El pollo picotea y descarna él los huesos y golpeándolos saca esquirlas que come inmediatamente. A veces intenta deglutir una pata o pezuña, consiguiéndolo en parte, porque en seguida comienza a dar arcadas y expulsa la presa intacta. Los Terrasse atestiguan unas cómicas contorsiones del pollo para poder tragar las pezuñas de un rebeco.
La escasez de la dieta de un pájaro tan grande sorprende bastante. La predilección del Quebrantahuesos parece estar dirigida a las patas y columnas vertebrales del Rebeco y las ovejas. Para ello descubre los cadáveres de los rebecos en el mes de junio cuando comienza el deshielo. Estos sin duda fueron alcanzados por las avalanchas invernales.
Pronto los pollos son capaces de tragar huesos enteros de hasta 20 cm. de longitud y hay que suponer la potencia de los jugos gástricos de este pájaro para digerir tan empachosa comida. En los últimos días de estancia en el nido el joven pasa bastante hambre y el paso por delante de su nido de cualquier gran pájaro le hace precipitarse hasta el borde con ansiedad en demanda de alimento. Se calcula que un pollo puede volar del nido después de cuatro meses, con lo que en la práctica la reproducción de una pareja de Quebrantahuesos ocupa a estos durante seis meses.
Después de abandonar el nido los jóvenes permanecen cerca de él para ser alimentados por la hembra, que lo continúa haciendo por casi dos meses más, y si se alejan procuran volver al mismo lugar.
Al independizarse, los jóvenes se agrupan casi siempre dos o tres y se unen a los buitres, frecuentando con ellos la carroña ante la cual son desplazados por cuervos y cornejas que los atacan y alejan y se posan a veces sobre su espalda lo que verdaderamente los enloquece y más parecen estos jóvenes quebrantahuesos los parientes pobres en el banquete, mientras alimoches y milanos los ignoran. En esta época son muy ruidosos cuando se agrupan, lanzando con frecuencia unos chillidos silbantes, vagabundeando por las crestas de las montañas y los valles altos. El plumaje oscuro les dura dos años. A partir de los tres años, ya son considerados como subadultos y tienen el vientre y la cabeza marrón.
Aunque prácticamente la mayor parte del año ocupa a los quebrantahuesos en la reproducción, estos pájaros crían casi todos los años si no son molestados y, aunque no se sabe que una pareja haya sacado adelante dos pollos en una sola nidada.
No se conoce la expectativa de vida de estos pájaros en estado salvaje, pero presumiblemente, debe ser alta. La abundancia de animales salvajes y caza en la mitad occidental de los Pirineos, contribuye en gran medida a que se mantenga una población que puede estar alrededor de 25 parejas reproductoras a ambos lados del Pirineo, calculando además una población de inmaduros y subadultos no inferior a 40 individuos.

5. DISTRIBUCIÓN:
Se distribuye a lo largo de regiones montañosas de Eurasia y África, con las poblaciones más importantes en África oriental y meridional, y en Asía central e Himalaya. Originalmente la especie estaba ampliamente distribuida en las montañas meridionales europeas, sin embargo la persecución por parte del hombre ha provocado su desaparición en los dos últimos siglos, desapareciendo de la mayoría de las áreas donde estaba presente: Alpes, Balcanes, Cárpatos, Chipre, Sicilia y Cerdeña. Actualmente sólo persisten tres poblaciones autóctonas en Europa occidental, que se localizan en los Pirineos (España-Francia), Creta (Grecia) y Córcega (Francia). Estas poblaciones están completamente aisladas entre sí, y las dos últimas en inminente peligro de extinción. A lo largo del pasado siglo XX la especie se extinguió de los principales macizos montañosos ibéricos (Cordillera Cantábrica, Sistema Ibérico, Sistema Central, Sierra Morena, y Sistemas Bético y Penibético), siguiendo la tendencia general de la población europea. Actualmente la última población se localiza en la cordillera pirenaica en toda su extensión (Navarra, Aragón, Cataluña y Francia). Existe un sólo núcleo extrapirenaico en los montes vascos, formado por unos pocos individuos territoriales que todavía no han llegado a reproducirse con éxito.

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6. FUNCIÓN EN EL ECOSISTEMA:

Como especie carroñera que es, el Quebrantahuesos se encuentra en el último escalón de la cadena trófica y el papel que desempeña es aprovechar los últimos restos de diversos animales que han muerto y ya han sido aprovechados por otras especies que se alimentan de su carne y órganos.
De esta forma, el Quebrantahuesos es el encargado de cerrar el ciclo de la cadena trófica.

7. CATALOGACIÓN DE SU ESTADO DE CONSERVACIÓN EN LA PENÍNSULA IBERICA:

Se encuentra en la Lista Roja de especies amenazadas, pero ya que en España, su mayor distribución se encuentra en los Pirineos y Aragón es la región que mas extensión de estos posee cabe destacar que según la Catalogación C.EE.AA. de Aragón se encuentra en peligro de extinción (Decreto 49/1995, de 28 de marzo).
También según la C.N.E.A. podemos ver que está catalogado en peligro de extinción (REAL DECRETO 439/1990, de 5 de abril) y que existe un Plan de Recuperación aprobado por el Decreto 184/1994, de 31 de agosto.

8. ESTADO DE CONSERVACIÓN:

Las poblaciones más importantes de la especie se localizan en África oriental y meridional (Etiopía y Lesotho, respectivamente) y en las montañas de Asía Central, donde se estiman poblaciones con varios cientos de parejas reproductoras cada una. La población total europea sensu stricto se estima en 118 parejas reproductoras distribuidas en 4 poblaciones aisladas entre sí: tres autóctonas (Córcega, Creta y Pirineos) y una reintroducida en los.
La población de Creta, con sólo 4 parejas, es la menor de todas y además presenta una tendencia poblacional negativa que la coloca en una amenaza inminente de extinción. Córcega con 10 parejas tiene cierta estabilidad poblacional a pesar de su escasa productividad (<0,1 n =" 266,">

9. PROBLEMÁTICA DE CONSERVACIÓN:

La caza ilegal y la colisión con tendidos aéreos estaban consideradas como las principales causas de mortalidad de la especie en los Pirineos en la década de los años 80. Sin embargo, el radio-seguimiento actual y el análisis forense de los restos están mostrando una creciente incidencia de diferentes productos tóxicos.
La principal causa de mortalidad de la especie es el consumo de cebos envenenados, que ha supuesto el 36,7% de las muertes registradas en la última década. Las sustancias causantes de las intoxicaciones en la especie fueron estricnina, warfarina, aldicarb, carbamatos y carbofuranos.
Los accidentes con tendidos eléctricos han supuesto el 23,3% de las muertes registradas en la última década. Aunque la muerte por colisión es la causa que históricamente y actualmente tiene mayor repercusión (57,1%), en los tres últimos años se ha constatado un incremento de los casos de mortalidad por electrocución (42,9%).

electrocutado

En la década de los 80 la muerte por tiro fue el principal factor de mortalidad registrado, causando el 60% de las pérdidas conocidas. En la última década todavía ha supuesto casi la cuarta parte de las muertes registradas (23,3%).
La contaminación química es un problema potencial para la conservación de la especie dada su posición alta en la cadena trófica. Por este motivo se han estudiado los niveles de contaminantes en diversas muestras: aves muertas, muestras de sangre obtenidas de las aves capturadas para su marcaje, huevos y fragmentos de huevos obtenidos tras la reproducción.
Los insecticidas organoclorados y PCB pueden incrementar la mortalidad, o, más frecuentemente, pueden tener efectos adversos sobre la reproducción. Por este motivo se ha determinado la presencia de 19 organoclorados y 9 PCB en diferentes tejidos de 35 aves y 10 huevos. Los niveles encontrados en las muestras son menores que los umbrales críticos en rapaces, por lo que estos contaminantes no parecen estar causando mortalidad o afectando a la reproducción.
La intoxicación por plomo, a través de la ingestión de fragmentos de munición de caza, se ha reconocido como una causa importante de mortalidad en muchas especies de aves silvestres. El quebrantahuesos tiene riesgo de intoxicación por la existencia de perdigones en algunas de sus presas, por lo que sus niveles se han determinado en diversos tejidos de 63 individuos (44 muestras sanguíneas y 19 cadáveres). Se han encontrado niveles inferiores a los umbrales de toxicidad excepto para un individuo. A pesar de estos bajos niveles, los resultados muestran la existencia generalizada de exposición accidental al tóxico, y la posibilidad de existencia de mortalidad local de aves por esta causa.
Se ha estudiado el efecto de la infertilidad en el fracaso reproductivo mediante el análisis de la estructura y composición de la cáscara de 26 huevos actuales y 8 huevos pertenecientes a colecciones de museo y colectados en el siglo XIX, antes del uso de pesticidas, no encontrándose diferencias significativas entre los huevos actuales y antiguos en grosor y estructura. Por lo tanto, la especie no parece presentar problemas significativos de fertilidad, siendo otras las causas que influyen negativamente y de forma significativa en el importante fracaso reproductor encontrado en la especie.
Las perturbaciones por la actividad humana en las proximidades de los lugares de nidificación son una de las pocas causas identificadas que producen fracaso reproductor. Las principales actividades involucradas son: las batidas de caza (especialmente las del jabalí), las maniobras militares, los vuelos de baja altitud, las prácticas forestales, la construcción de infraestructuras y los deportes de montaña (principalmente escalada y senderismo). En el sector oriental de los Pirineos ha podido determinarse que el 20% de los fracasos reproductores tienen lugar durante la incubación, la mayoría de ellos relacionados con perturbaciones de origen antrópico.

El abandono de los usos ganaderos tradicionales está afectando a la especie, que depende principalmente de las prácticas extensivas. Esta disminución de la disponibilidad de alimento afecta principalmente a las aves más jóvenes, menos eficientes en el vuelo y exploración del territorio, y que todavía no han desarrollado comportamientos dirigidos al almacenamiento de comida.
Competencia interespecífica por el lugar de nidificación puede afectar al éxito reproductor de la especie. El importante incremento poblacional del Buitre Leonado ha ocasionado la aparición de un fenómeno que puede tener efectos en el éxito reproductor de la especie debido a la ocupación de sus nidos. En Cataluña el 40% de los nidos han sido ocupados por otras especies rupícolas, principalmente buitres leonados (81% de los nidos). Los estudios llevados a cabo sobre este tipo de interacciones de momento no parecen afectar al éxito reproductor de las parejas con nidos robados. Pese a la defensa sostenida de los nidos a lo largo de la reproducción, el fenómeno continúa aumentando. De continuar esta tendencia, algunos territorios podrían verse obligados a desplazarse a zonas menos apropiadas para reproducirse (mayor presión humana), incidiendo por tanto en su productividad.
Las restricciones impuestas por la normativa sanitaria sobre la eliminación de animales muertos y desperdicios de origen animal (RD 2224/1993), así como recientes decisiones comunitarias (y su transposición al ordenamiento jurídico estatal) relativas a la destrucción de ‘materiales específicos de riesgo’ para la prevención de encefalopatías espongiformes de transmisión (p.ej.: RD 1911/2000), exigen la retirada del medio natural de los cadáveres de bovinos y ovinos, que podría provocar una drástica reducción de la disponibilidad de alimento para el Quebrantahuesos y otras rapaces necrófagas con problemas de conservación, para las cuáles España tiene una elevada responsabilidad.

10. MEDIDAS DE CONSERVACIÓN:

Entre las numerosas medidas de conservación se pueden destacar las siguientes:
- Plan coordinado de Actuaciones para la Conservación del Quebrantahuesos en los Pirineos.
- Plan Internacional de Acción.
- Desarrollo del Proyecto LIFE: Programa de conservación de vertebrados amenazados en los Pirineos (Aragón, Cataluña, Navarra, ICONA y Francia)
- Planes de Recuperación autonómicos (con rango legal apropiado) aprobados, que cubren prácticamente la totalidad de los territorios de las parejas reproductoras: Navarra, Aragón, y Cataluña.
- Desarrollo del Proyecto LIFE en Aragón titulado: “Plan de recuperación del Quebrantahuesos en el Noreste de España”
- Desarrollo de la Estrategia para la Conservación del Quebrantahuesos en España.
- Plan de Alimentación Suplementaria para el Quebrantahuesos, con la creación en la última década de un total de 23 comederos específicos distribuidos por toda la cordillera y sistemas montañosos cercanos (Montes Vascos y Sistema Ibérico).
- Seguimiento anual de la reproducción en las tres comunidades autónomas con presencia de la especie, con el fin de realizar el seguimiento de la evolución de la productividad y del tamaño de la población reproductora.
- Seguimiento con vídeo-cámaras del período reproductor con el fin de identificar las causas que están provocando los fracasos en la reproducción y mejorar la productividad.
- Seguimiento de la evolución del tamaño de la población preadulta, mediante el marcaje de aves y la realización de cuatro censos simultáneos anuales.
- Seguimiento de los factores de mortalidad mediante la utilización de radioseguimiento. En la actualidad 25 individuos radiomarcados son seguidos con la finalidad de estudiar las causas de mortalidad.
- Seguimiento de aves preadultas marcadas (marcas visuales, emisores de radio y emisores de seguimiento por satélite) con la finalidad de conocer los movimientos y asentamientos estacionales, y por lo tanto las áreas importantes para las aves no reproductoras.
- Regulación de las batidas de caza en los sectores de nidificación durante la época de la reproducción mediante acuerdos con los cotos de caza. Estas medidas afectan a nueve territorios en Aragón.
- Programa de cría en cautividad del Quebrantahuesos en el Centro de Cría en Cautividad del Guadalentín en el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas.
- Desarrollo del proyecto LIFE titulado: Recuperación del quebrantahuesos en Picos de Europa, España.
- Existencia de un grupo de trabajo constituido por las Comunidades Autónomas y Dirección General de Conservación de la Naturaleza (MIMAM) como mecanismo de coordinación de esfuerzos y toma de decisiones de conservación.

11. PROPUESTAS A LAS MEDIDAS DE CONSERVACIÓN:

- Seguimiento y corrección de los factores de mortalidad no natural. Para el seguimiento de la incidencia de las principales causas (venenos, líneas eléctricas y caza ilícita) sería necesaria la continuación del marcaje con radio-emisores y seguimiento de aves de todas las clases de edad.
- Seguimiento de la evolución del tamaño de población y de sus parámetros reproductivos.
- Seguimiento y corrección de las causas del fracaso reproductivo.
- Protección legal y mejora del hábitat de la especie. Inclusión de las áreas críticas en ZEPA e incorporación a la Red de Espacios Naturales Protegidos.
- Desarrollar normativa básica que permita la existencia de puntos de alimentación suplementaria o muladares para aves carroñeras, que sea compatible con la normativa sanitaria.
- Garantizar la disponibilidad de alimento mediante la alimentación suplementaria y ampliación de la red de comederos hasta cubrir homogéneamente toda el área de distribución, así como los corredores que utilizan las aves en sus movimientos dispersivos hacia áreas potencialmente colonizables.
- Favorecer la continuación de las prácticas de ganadería extensiva tradicional (fuente de alimento habitual en el pasado que cada día se va haciendo más escasa).
- Incrementar la productividad de forma selectiva de las parejas reproductoras mediante el aporte específico de alimentación suplementaria en los sectores de nidificación.
- Favorecer la expansión de la especie a los sistemas montañosos cercanos a la población pirenaica y con hábitat adecuado. Estudiar la idoneidad del hábitat en las áreas potenciales para la expansión de la especie, que debe incluir el seguimiento de los factores de mortalidad que afectan a las especies con ecología similar.
- Desarrollar actividades de sensibilización, comunicación, divulgación y educación ambiental que permitan una mayor implicación social en la conservación de la especie de la población local en las zonas con presencia de la especie o en las áreas potenciales para su expansión.
- Creación de un stock de ejemplares en cautividad como reserva genética de la población pirenaica, y como fuente de individuos para la cría en cautividad.
- Intensificar la coordinación entre las CC.AA. implicadas con la administración central para la aplicación de las medidas de conservación.

12. BIBLIOGRAFÍA:

CANUT, J., GARCIA, D., HEREDIA, R., Y J. MARCO (1987). Status, características ecológicas, recursos alimenticios y evolución del quebrantahuesos Gypaetus barbatus en la vertiente sur de los Pirineos. Acta biol. mont. 7: 83-99.
HIRALDO, F.; DELIBES, M. y J. CALDERON. (1979). El Quebrantahuesos. Gypaetus barbatus (L). Monografías 22. ICONA, Madrid.
DENDALETCHE, CLAUDE (1982). Guía de los Pirineos: Geología, Ecología, Biología. Ediciones Omega S.A. Barcelona
MARGALIDA, ANTONI + HEREDIA, RAFAEL (2005). Biología de la conservación del Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) en España. Madrid

http://es.geocities.com/ecored2003/quebrantahuesos.html
http://www.pajaricos.es/q/q1/quebrantahuesos.htm
http://lupus.madteam.net/articulos/2007-08/-QUEBRANTAHUESOS—-AVIFAUNA-ALPINA—I/
http://www.damisela.com/zoo/ave/otros/falcon/accipitridae/accipitrinae/gypaetus/barbatus/index.htm
http://www.quebrantahuesos.org/control?zone=pub&sec=ppal&pag=presentacion&loc=es
http://es.wikipedia.org/wiki/Gypaetus_barbatus
http://waste.ideal.es/quebrantahuesos.htm
http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/noticia.asp?pkid=483168
http://www.soitu.es/soitu/2009/02/14/info/1234613578_996619.html
Archivo del Heraldo de Aragón (Huesca)

3 comentarios:

  1. Ala ahí, te has quedado sólo posteando...

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  2. claro kia, leetelo todo que en un futuro haré exámenes de los contenidos del blog... ac ac ac

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  3. Que pedazo de trabajo! Un figura el que lo ha escrito. El puto amo!

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