El kakapo: un loro gigante nocturno (Parte I)

El kakapo (Strigops hatroptilus) es un enigmático loro gigante nocturno, endémico de Nueva Zelanda.Los kakapos son incapaces de volar y se muestran activos principalmente por la noche (kakapo significa en maorí “loro nocturno”), y a diferencia de la mayoría de los restantes loros, son mayormente solitarios.

Los machos construyen en el suelo complicados senderos, sistemas que comunican entre sí, conectan distintas depresiones o huecos retumbantes. En la época de celo varios machos comparten uno de estos huecos y se mueven de hueco en hueco, lanzando lúgubres y profundas llamadas para atraer a las hembras.

Los kakapos a pesar de su incapacidad para volar son muy buenos escaladores, y trepan fácilmente a las copas de los árboles, desde donde planean hasta el suelo abriendo sus alas. Estas adaptaciones por extrañas que puedan parecer son propias de muchas especies que viven en islas, muchas especies tienden a perder la capacidad de volar, o a padecer fenómenos de giantismo o enanismo, además de tender a la "mansedumbre", debido a la carencia de depredadores potenciales. Así se ha constatado que los primeros loros que llegaron a Nueva Zelanda eran buenos voladores y de hábitos diurnos, adquiriendo luego estas interesantes adaptaciones a lo largo de miles de años de evolución.

La historia del kakapo es muy curiosa, distribuido anteriormente por toda Nueva Zelanda, ha quedado reducido actualmente a pequeñas islas remotas y prácticamente inaccesibles, rodeando todavía más si cabe a esta especie de un halo de misterio.

La causa de que esta especie se haya situado al borde de la extinción se debe principalmente a la destrucción de su hábitat por parte del ser humano y a la introducción en Nueva Zelanda de depredadores potenciales, cono gatos y otros carnívoros, contra los que el kakapo no tiene defensas, pues como ya hemos dicho al no haber tenido en toda su historia evolutiva depredadores potenciales de estas características no tienen adaptaciones contra ellos en esta carrera de armamentos, por lo que frente a nuevos depredadores introducidos tienden a la mansedumbre.Aunque se creían extinguidos,a mediados de los 70 se localizaron dos pequeñas poblaciones, una en la isla de Fiorland y otra en la isla de Stewart. Ahora bien, aunque en la primera se pudieron contabilizar sólamente18 ejemplares, todos eran machos, mala suerte, pasando a considerarsele como una especie muerta en vida. No obstante, esta variación de sexo en el número de individuos no es casualidad, sino que tiene una explicación, conocida como efecto Allee. Se sabe que si una población está formada por muchos ejemplares, en general nacerá y morirá un número similar de machos que de hembras, de forma que la propia estructura de sexos de la población superviviente estará, más o menos, equilibrada. No obstante, si el número de ejemplares es muy reducido pueden darse sesgos en cualquier sentido, hasta poner en peligro el futuro de la población. Este factor de riesgo, se conoce como estocasticidad demográfica, y es característico de poblaciones pequeñas, aunque en este caso se suele considerar que poblaciones con más de 100 individuos se ven poco, o nada, afectadas por este riesgo.

En un próxima entrada comentaré porque esta especie se ha considerado extinta y resucitada en varias ocasiones y el laborioso y curioso. trabajo que se ha realizado para salvarla de la extinción.

Salud compañés!